Ejecución del Programa para mejoramiento habitacional. Realización de relevamiento de casos, asistencia técnica, bajo la dirección de las obras y la ejecución plena del proyecto de SEDECA. Se llevaron a cabo cuatro fondeos, dos en Barrio Basualdo de Don Torcuato y dos en los Barrios Paraná y Las Alicias de Florencio Varela, con un total de 120 mejoras.
– Nos conformamos en un Punto de Cultura en la Villa 21-24 de Barracas, CABA. Allí llevamos a cabo los Proyectos:

– “Las microemprendedoras en el barrio, fortaleciendo una red cultural” que tenía por objetivo fortalecer la cultura emprendedora de las mujeres jóvenes que habitan la Villa 21-24, sensibilizándolas sobre los desafíos que les presenta el mundo laboral, creando una red de producción, circulación y exhibición de productos culturales que aborden la problemática de género, revalorizando y destacando aspectos vinculados al trabajo productivo y reproductivo de la mujer, al impacto del emprendimiento en sus familias y en la comunidad. Se realizaron talleres con las emprendedoras y con sus familias, un video con las historias de vida de las emprendedoras, cuatro spots audio visuales de valorización de su trabajo, un mapa de la cultura emprendedora en el barrio y folletos para que difundan sus emprendimientos.
– “Inserción en la ciudad de trabajadoras de la Economía Social de la Villa 21-24” que apuntó a posicionar a las trabajadoras del sector de la Economía Social de la Villa 21-24 como actoras que tienen impacto en el sistema productivo de la Ciudad de Buenos Aires, problematizando sobre las necesidades de este sector, su inserción en la Ciudad, la posibilidad de contar con espacios de comercialización, posicionando al sector de la economía social al articularlos con diferentes espacios. Hicimos un relevamiento de principales problemáticas vinculadas a la comercialización, talleres sobre “comercialización, capacitación en gestión y administración de sus pequeños negocios. Obtuvimos como productos culturales folletos informativos, la elaboración de un calendario como material de difusión en el barrio, una muestra sobre mujeres, barrio, trabajo y diversidad cultural, y spots audiovisuales sobre el asociativismo, la producción.

En este proyecto realizamos una sistematización de la experiencia de autoconstrucción por esfuerzo propio y ayuda mutua de la Cooperativa Cave de la localidad de José C. Paz trabajada conjuntamente con los pobladores que habían sido erradicados De la Villa Malaver Villate de Vicente López.

En el marco de este programa realizamos dos proyectos.

– “Puesta en valor del Archivo sobre Villas del Padre José María Meisegeier”

Este proyecto guarda una relación con la historia institucional, por pertenecer a su fundador. Con la tarea de una puesta en valor y difusión del archivo propusimos preservar el patrimonio cultural, conocerlo, conservarlo y ponerlo a disposición de la comunidad, tarea que realizamos permanentemente. Para ello era imprescindible su inventario y digitalización.

Entre los documentos del archivo, hay un abanico muy amplio de materiales –alrededor de 1500 documentos- referidos en primer lugar a las villas de emergencia porteñas y del Conurbano bonaerense, a los asentamientos y a la ocupación de tierras de la provincia de Buenos Aires, aunque hay también materiales semejantes correspondientes a otros países de América Latina. Asimismo se encuentra documentación vinculada con las actividades pastorales, sociales y políticas que en Argentina tuvieron los sacerdotes comprometidos con los pobres, desde mediados de la década de 1960.

– “Fomento y difusión del patrimonio y la memoria de mujeres migrantes emprendedoras de la villa 21-24”

La propuesta de este proyecto constó de valorizar la Diversidad Cultural de la Villa 21-24, a través de elementos del Patrimonio Cultural Intangible Paraguayo, Boliviano y Argentino, creando y poniendo en circulación productos culturales que reflejen la multidimensionalidad de la cultura emprendedora de las mujeres que habitan la villa, desde una perspectiva de Género, fomentando la inclusión urbana de las mismas, la revalorización de la memoria colectiva del territorio y la identidad comunitaria.
Uno de los propósitos específicos fue el reconocimiento del trabajo femenino en contextos de Diversidad Cultural en los que conviven personas de diferentes procedencias.
Se realizaron talleres de reflexión sobre Mujer, Diversidad, Trabajo y Barrio. Obteniendo como productos culturales la producción de un video sobre Mujer, Diversidad, Trabajo y Barrio, registro y lectura de mitos y leyendas guaraníes y bolivianas resaltando la importancia de la Mujer; donde se tomó el material para la Cartilla que recopiló las voces de las participantes.
Podemos dar constancia que quedó reflejado la multidimensionalidad de la cultura emprendedora, focalizando en el protagonismo de las mujeres inmigrantes.

Hemos articulado fuertemente con el Programa Bibliotecas para Armar con el trabajo territorial realizado para promover la participación de mujeres en las actividades de SEDECA. En este vínculo realizamos acciones de fomento a la lectura en Bibliotecas presentes en sectores populares con fondos de Misions Prokur: la biblioteca de la Villa 21-24 de Barracas y de la Villa 20 de Lugano, con materiales impresos (libros y otros) y talleres de lectura.
Hemos llevado a cabo un proyecto financiado con fondos provenientes de Misions Prokur, una organización jesuita del sur de Alemania. Esto nos ha permitido apoyar a proyectos sociales de proceso organizativo con alto impacto en materiales e infraestructura, metodología y organización, en barrios del conurbano bonaerense y en otras provincias del país.
Un ejemplo del alcance de este proyecto ha sido financiar la compra de terrenos/lotes e infraestructura edilicia, en fomento de la Producción Social del Hábitat. Del mismo modo en el ámbito de la Economía Social y Solidaria hemos conformado un fondo rotatorio de microcréditos para pequeños emprendedores de sectores populares, desarrollando una metodología con garantía solidaria.
En el marco del Proyecto Emaús llegamos al Barrio Ministro Rivadavia de Burzaco, que mediante el trabajo con organizaciones de base nos constituimos en un apoyo técnico social, desarrollando un diagnóstico participativo abordando las temáticas de Hábitat Popular, Economía Social y Violencia de Género, definiendo estrategias para una intervención en fomento del desarrollo local.
Este proyecto se llevó a cabo a partir de una articulación con la Secretaría de Hábitat de la Nación y el Ministerio de Defensa. Recibimos fondos para realizar el proceso de urbanización en el barrio de La Carbonilla en La Paternal.
Desde SEDECA organizamos tres talleres sobre el proceso de regularización urbano dominial que coincidieron con los tres sectores en que se divide el barrio.
Con posterioridad, SEDECA propuso la realización de una campaña en todo el barrio a fin de realizar un plano pre-catastral para que los vecinos lo incorporen al expediente de regularización de los terrenos como un aporte para su avance. Esta campaña cumplía también con el propósito de que el vecino se apropie del plano provisto por la Secretaría de Hábitat con las delimitaciones del espacio público y lo respete, también para visibilizar y legitimar el trabajo a estos efectos de los delegados y la Comisión directiva que aprobaron como autoridad barrial legitimada por el voto dicho plano incorporado al expediente.
Esta campaña contó con el apoyo de los técnicos de la Secretaría de Hábitat, los delegados y parte del equipo de SEDECA. Dibujando in situ y relevando la cantidad de familias que hay en cada sector del barrio. En dos jornadas completas de campo se relevó cada casa tomando sus medidas perimetrales y elaborando así un croquis de cada sector.
Al día de la fecha el barrio cuenta con un plano en el que se delimitó cada vivienda en el espacio público para que pueda ser incorporada al expediente.
En el trabajo territorial con una gran tarea de fortalecimiento comunitario hemos promovido una Red de Organizaciones en el Barrio Baires Bancalari de la que fuimos parte. Sostuvimos una fuerte relación compartiendo objetivos y actividades con la Asociación Civil El Telar, donde utilizamos el espacio para poder llevar a cabo la entrega de microcréditos, los talleres de formación y sensibilización. Allí decidimos llevar a cabo el Proyecto Mi PC con el acondicionamiento y creación de un gabinete de informática con 20 computadoras de escritorio con software libre para desarrollar unos cursos para la comunidad. Allí llevamos a cabo talleres de administración de los emprendimientos (cálculo de costo, construcción del precio, punto de equilibrio, etc) con los instrumentos que nos ofrecía la informática para los usuarios de microcrédito.
 Este proyecto abordó el desarrollo de una metodología de organización y gestión de una red de micro emprendedores que participan en una feria instalada en la Facultad de Agronomía de la UBA, basados en los principios asociativos y solidarios de la economía social. Esto permitió: una participación asociada en la etapa de comercialización permitiendo mejorar la utilización del tiempo por parte de los productores sin perder ese vínculo directo con los consumidores; avanzar en un proceso asociativo de comercialización, en el cual la presencia permanente del productor comercializando su producto sea corrida del eje implicando fundamentalmente la construcción de un proceso organizativo superador de las sumas de individualidades; la incorporación de herramientas tecnológicas como un sistema de gestión comercial acordes a la nueva realidad dada por la complejidad del sistema de comercialización asociada.
Hemos trabajado con el Programa de Microcréditos para la promoción de la Economía Social desde su conformación, siendo una de las primeras organizaciones financiadas. Desarrollamos una metodología de operatoria de microcrédito con instrumentos administrativos, técnicos y de promotores territoriales, sumando la metodología de grupos solidarios. Hemos recibido fondeo mediante el Consorcio de la Provincia de Buenos Aires junto a las organizaciones miembros y compartido las experiencias, articulando con otras organizaciones que se encontraban en los territorios donde trabajamos. Fue con algunas de esas organizaciones que conformamos la Red Padre Pichi, donde hemos trabajamos ya tres expedientes. Lo que nos permitió aumentar la cartera de créditos con nuevos emprendedores de la economía social financiados para la inversión de insumos, materias pimas y herramientas. Y como Red permitirnos pensar objetivos de trabajo comunes en el sector y el territorio. Actualmente sostenemos un fondo rotatorio de microcréditos, con periodicidad de entrega a los emprendedores y productores con los que trabajamos.